Card front

Cien por ciento poder con responsabilidad

55m
6 – 30
Identificar los elementos que constituyen el poder y el empoderamiento y que los caracterizan como concepto dinámicos.
Sensibilizar
Género: Mujeres; Exigibilidad: Empoderamiento
Desarrollo
Presencial: Aula, Exteriores; A distancia: Autotutorado, Tutorado
Dinámica de grupo, Pecera, Sesión plenaria, Trabajo personal
Niños, Adolescentes, Adultos, Adultos mayores
por Defensoría del Pueblo de Ecuador,
adaptada de Educación en ciudadanía, derechos humanos y buen vivir: Manual de implementación para facilitadores y facilitadoras, por Defensoría del Pueblo de Ecuador, 2016, Quito: DPE.
Card back
  • Vincular con la experiencia20
  • Reflexionar15
  • Integrar conocimientos20
    • Esta actividad funciona mejor con un grupo máximo de 10 personas porque permite involucrar a la mayoría de ellas en su desarrollo. Si el número es mayor solicite a un grupo de personas voluntarias que se ubiquen en el centro del aula o espacio de trabajo.
    • El número de etapas de la vida sobre las que se desarrolla la actividad dependerá de la edad promedio de las personas participantes. Así por ejemplo, si son personas en promedio de 30 a 40 años se detendrán en el momento antes del nacimiento, luego a los 5 o 6 años, a los 15 o 18, a los 25 y se detendrá en el momento actual. Si se trata de personas adolescentes, el lapso entre una y otra etapa será menor tratando de identificar al menos 4 etapas clave de la vida que se diferencian la una de la otra porque tenemos un menor nivel de dependencia o, vamos adquiriendo gradualmente mayor poder de decisión sobre nuestra vida.
    • Para desarrollarla con niñas y niños se debe adaptar el lenguaje y trabajar lapsos de tiempo más cortos por ejemplo, poco antes de nacer, a los 3 o 5 años, a los 7 u 8 y, actualmente según la edad promedio del grupo.
    • Puede ser adaptada para la modalidad virtual para personas adolescentes o adultas si se diseña un esquema o recurso didáctico que permita reflexionar sobre al menos 3 etapas clave.
    • Fichas o tarjetas que representen porcentajes de poder (10 para la persona con la que se desarrolle la actividad y al menos 50 más para entregar posteriormente a otras personas).
    • Recipientes con letreros como: Estado, familia, pareja, escuela, trabajo, etc.
      Vincular con la experiencia
      20 mins
      1. Si el grupo es de máximo 10 personas solicíteles que se ubiquen formando un círculo a su alrededor, preferiblemente de pie para que la actividad sea más dinámica. Si es mayor a este número solicite a 7 personas voluntarias que formen este círculo en el centro del aula o espacio de trabajo mientras el resto de personas se ubica alrededor en un círculo más amplio dejando suficiente espacio entre ambos grupos. Tenga cuidado de moverse por todo el espacio y usar un tono de voz que le permita interactuar con el grupo del centro sin perder la atención del grupo más amplio.

      2. Identifique a una persona del grupo del centro y entréguele 10 fichas. Solicítele que verifique si están completas.

      3. Indíquele que cada una de esas 10 fichas representa un porcentaje (10%) de su poder total o de su capacidad de decidir. Señale que estas serán sus fichas por todo el tiempo que dure la actividad.

      4. Comience la actividad preguntando a la persona a quien entregó las fichas:

        • Cuando tenías 7 meses dentro del vientre de tu madre, ¿quién se hacía responsable de ti?
        • ¿De qué forma?
        • ¿En qué porcentaje?

        Por lo general las personas indican que su madre y a veces su padre son cien por ciento responsables de el/ella, otras veces indican que un noventa por ciento o porcentajes similares.

      5. Según el porcentaje indicado por la/el participante, solicítele que escoja a una persona del grupo que represente o haga las veces de su mamá (y otra de su papá si es que se mencionó este rol) y que le(s) entregue, el número de fichas que representa el porcentaje indicado. Por ejemplo 9 fichas representan el 90%.

      6. Si la persona participante se quedó con alguna ficha para sí, pregunte

        • ¿Con cuánto porcentaje de fichas te quedaste?
        • ¿En manos de quién están tus fichas de poder en esta etapa de tu vida?
        • ¿Cómo usas tus fichas en esta etapa?

        Con frecuencia las personas se quedan con una o dos fichas y señalan que las usan deseando vivir o respuestas similares.

        Si por el contrario la persona participante no se quedó con ninguna ficha para sí, pregunte:

        • ¿Con cuántas fichas te quedas en esta etapa de tu vida?
        • ¿En manos de quién están tus fichas de poder en esta etapa?

        Acentúe esta idea de que en esa etapa de su vida aún no se tiene tanto poder de decisión.

      7. Ahora solicite a la persona que vaya a la etapa de su vida cuando tenía 5 o 7 años y pregunte:

        • ¿Cómo eras a esa edad?
        • ¿Qué tipo de cosas hacías?
        • ¿Podías valerte por ti mismo/a o dependías en alguna medida de otras personas?
        • ¿De qué tipo de cosas dependías en esta etapa?
        • ¿Cómo repartirías tus fichas de poder en esta etapa de tu vida?
      8. Solicite que nuevamente escoja de entre las y los participantes a quienes que representen los roles de las personas de su entorno (por ejemplo profesores/as, tías/os, abuelos/as, etc.) en esta etapa y que les asigne y entregue a cada una un porcentaje determinado de fichas según su criterio.

        Por lo general el porcentaje de fichas que tienen su mamá o papá disminuye un poco por lo que deberá tomar alguna o algunas de sus fichas para sí o para entregarlas a otras personas.

      9. Nuevamente, pregunte

        • ¿En manos de quién están tus fichas de poder en esta etapa de tu vida?
        • Aunque esas personas tienen una porción de tus fichas, ¿de quién son las fichas?
        • ¿Con cuánto porcentaje de fichas te quedaste?
        • ¿Cómo usas tus fichas en esta etapa de tu vida? Es decir, ¿qué tipo de cosas podías decidir?

        Señale que en esta etapa comenzamos a adquirir un poco de poder aunque evidentemente dependemos de otras personas para muchas cosas, por ejemplo: alimento, vestido, enseñanza, cuidado, etc.

      10. Repita los pasos anteriores solicitando a la persona que recuerde cómo era cuando tenía por ejemplo 12 años (o 15 según la edad promedio de las personas participantes). 

      11. Realice las mismas preguntas del paso 9 enfatizando además en:

        • ¿De quien son las fichas de poder?
        • ¿Qué pasa si sentimos que una de las personas que tiene un porcentaje de nuestro poder lo está usando inadecuadamente?
        • ¿Podemos recuperar ese poder?
        • ¿De qué formas podemos recuperarlo?
      12. Remarque que:

        • A medida que crecemos y dependemos menos de otras personas, el número de fichas o porcentaje de poder del que somos responsables va aumentando.
        • Aunque un porcentaje de nuestro poder está en manos de otras personas, en ningún momento las fichas dejan de ser nuestras.
      13. Repita los anteriores situando a las y  los participantes cuando tenían 20 o 25 años y luego en la etapa actual, según la edad promedio del grupo y realice todas las preguntas y precisiones planteadas con anterioridad, remarcando cada vez con el mismo énfasis que las fichas siguen siendo de esa persona, aun cuando las distribuya de forma distinta en cada etapa de su vida y que por la misma razón de ser necesario, siempre pueden ser recuperadas.

      14. Para finalizar puede ubicar en el centro del salón varios recipientes pequeños con títulos (Estado, escuela, familia, pareja, trabajo, hijas/os, etc.) y entregar grupos de fichas a todas o a varias personas participantes y pedir que al mismo tiempo distribuyan en los recipientes sus fichas de poder en el momento actual.

      15. Solicíteles que observen cuántas fichas conservan para sí mismos/as y de qué forma distribuyeron sus fichas.

      Reflexionar
      15 mins
      1. En plenaria plantee una a una las siguientes preguntas para la reflexión:

        • ¿Qué aspectos de la dinámica les llamaron más la atención?
        • ¿Se sienten reflejados/as en la dinámica?
        • ¿Qué reflexiones les genera con respecto al poder entendido como la autonomía y la capacidad de decidir que vamos ganando a lo largo de la vida?
        • Aunque haya personas que tengan algunas fichas es decir, un porcentaje de decisión (incluso influencia) en nuestras vidas, ¿de quién son las fichas?
        • ¿Qué podemos hacer si queremos o necesitamos recuperar una ficha? ¿En qué tipo de situaciones de la vida real podemos querer o necesitar recuperarlas?
        • ¿La violencia puede ser una de éstas situaciones?
        • ¿Una persona en situación de violencia o de vulneración de sus derechos ha perdido todas sus fichas?
      Integrar conocimientos
      20 mins
      1. Enfatice que:

        • El poder difícilmente es algo absoluto.
        • Así como repartimos nuestras fichas de poder en la actividad, a lo largo de la vida el poder que nos corresponde a cada persona es distribuido según nuestras decisiones sean estas conscientes o no.
        • Cuanto más porcentaje de poder vamos adquiriendo, mayor es también nuestra responsabilidad sobre nuestras decisiones, incluida la decisión de a quién le distribuimos nuestro poder, para qué y en qué condiciones puede seguir usándolo o, hasta cuándo.
        • De acuerdo con Michel Foucault (1981), el concepto de poder tiene una cualidad dinámica presente en todas las relaciones sociales que establecen las personas y por la propia capacidad del ser humano de construir y producir socialmente el poder a partir de su interacción.
        • La autonomía como ejercicio personal de poder es un proceso dinámico, que se construye con hechos concretos, tangibles, materiales, prácticos y a la vez subjetivos y simbólicos (Astelarra Judith, 2000),  relacionados con la propia decisión, motivación y esfuerzo, y el grado de libertad que las personas tienen para poder actuar de acuerdo con su  elección y no con la de otros.
        • Este poder es distribuido entre las personas de nuestro ámbito familiar o próximo pero también en el escolar, comunitario, político y económico.
        • Esta distribución de poder también está influenciada por el entorno y las condiciones de vida que se nos presentan.

        • También pueden haber factores o personas que nos arrebaten (intencionalmente o no) poder. Sin embargo, es poco factible que una persona o situación pueda arrebatarnos todo el poder, por lo tanto siempre tenemos algún margen de acción o de decisión.
        • Podemos recuperar fichas o poder: a) desapegándonos de ciertas personas; b) haciendo conciencia de que esa persona está tomando una decisión autorizada por mí, pero que siempre la ficha es nuestra y es recuperable; c) me hago responsable de lo que está sucediendo y asumo las implicaciones de recuperar una ficha por ejemplo, puede implicar romper relaciones con algunas personas cuando la forma como ellas usan nuestra ficha está afectando mi bienestar; d) recuperamos más fichas cuanto más responsabilidad asumimos sobre nuestra vida y sobre nuestras decisiones; y  e) en ningún caso es ideal intentar recuperar una ficha usando la violencia a menos que actuemos en legítima defensa.
        • Cuando no decidimos también estamos usando nuestro poder. Así por ejemplo, que otras personas tengan una o varias fichas de mi poder no es un problema en sí mismo, siempre que yo les haya entregado voluntariamente ese porcentaje de poder, lo problemático quizá, es que me desentienda de mi ficha y de la forma como otros la usan.
        • El empoderamiento por lo tanto no solo plantea recuperar la capacidad de las personas y  colectivos para tomar decisiones, “sino que tiene que llevar a las personas y a los grupos a percibirse a sí mismos con la capacidad y el  derecho a ocupar espacios decisorios” (Rowlands,1997).
      2. En actividades desarrolladas con niñas y niños puede señalar que:

        • Todas las personas tenemos poder, por ejemplo para decir la música que nos gusta.
        • Muchas de las cosas que hacemos cada día están hechas por el poder que tenemos de hacerlas, por ejemplo subirnos o bajarnos de una silla, jugar con nuestras amigas o amigos o quedarnos solos/as pintando.
        • Cada vez que decidimos hacer o decir algo o no decirlo ni hacerlo, estamos usando una parte de nuestro poder.
        • El poder no debe ser usado nunca para abusar de otras personas.
        • Ser niñas y niños implica que a veces necesitamos que algunas personas adultas  responsables nos cuiden, nos ayuden o nos enseñen, es decir todavía no somos del todo independientes, por lo tanto, una parte de nuestro poder la tienen esas personas y es importante que esas personas usen su poder para cuidarnos y ayudarnos a hacernos independientes a medida que crecemos.
        • Si las personas que nos cuidan y nos enseñan nos han ayudado a explorar nuestras capacidades y a confiar en nosotros/as mismos/as, es muy probable que nos vayamos convirtiendo en personas que nos valemos por nosotros/as mismos/as (independientes/autónomas), y que nos hagamos cada vez más responsables de nuestras decisiones y de nuestra propia vida.
        • Tener más autonomía y más responsabilidad a medida que crecemos va a contribuir a que podamos ejercer nuestros derechos y a que podamos protegerlos cuando sea necesario, por ejemplo cuando hay personas o cosas que nos quieren quitar nuestro poder o nuestro bienestar.
        • En esos casos, es muy importante que identifiquemos en quiénes podemos confiar y pedir su poder de ayuda.