Solicite de 7 a 10 personas voluntarias y llévelas afuera del salón para darles las indicaciones sin que nadie más pueda escucharlas. Indique que deben organizar una actividad, por ejemplo: un juego, una representación de teatro, una coreografía, etc. Esta actividad debe durar de 5 a 8 minutos.

Solicite otro grupo de igual número de personas voluntarias y llévelas afuera del salón y lejos del primer grupo, la idea es que ningún grupo conozca las indicaciones de otro grupo. A este segundo grupo se le indica que cuando se les haga un gesto o ademán, deben interrumpir la actividad del primer grupo, a la pregunta de "¿cómo?" se responderá que como lo tengan que hacer pero que intervengan sus actividades.

Regrese al salón y al resto de personas participantes indíqueles que "observen y hagan lo que tienen que hacer".

Disponga de unos minutos para que el primer grupo termine de organizar su actividad, luego se le invita a pasar al salón donde se encuentra el tercer grupo, y se les pide que inicien su actividad.

Mientras realizan la actividad pida al segundo grupo que se acerque a la entrada del salón y, cuando el primer grupo esté encarrillado en la realización de la actividad, se da una señal al segundo grupo para que ingresen e intervengan. Suele presentarse un caos porque empieza el bloqueo de actividades y aparecen varias formas de violencia, las personas participantes suelen tener la expectativa de que la/el facilitadora/or intervenga, sin embargo, espere a que el nivel de conflicto suba un poco antes de detener la actividad e invitar a la plenaria.

En plenaria pregunte a las personas del primer grupo:

• ¿Cómo se sintieron? ¿Cuál era su mandato o instrucción? ¿Qué hicieron? ¿Cómo se sintieron realizando la actividad? ¿Ejercieron algún tipo de violencia? ¿Cómo actuaron en ese momento de tensión? ¿Cumplieron su objetivo? Se terminar con la pregunta: Si se sentían incómodas/os haciendo la actividad ¿Por qué continuaron haciéndola?

Realice las mismas preguntas a las personas del segundo y tercer grupo y se vuelve a abrir el debate sobre si se sentían incómodas/os haciendo la actividad ¿Por qué continuaron haciéndola? A la respuesta de que era su mandato ¿Quién dio esa orden? ¿Qué tengo yo que no tengan ustedes? A la respuesta "Tú sabes más..." se responde "Entonces el saber da poder".

Concluya con las siguientes ideas clave:

• El conocimiento siempre da poder y las personas seguimos y obedecemos a quienes consideramos que saben. Con ello se les da poder.
• El poder no es estático sino dinámico. Primero lo tenía el primer grupo, después llega el segundo e intenta quitárselo, a veces unas personas tienen más control que otras, entonces el poder se mueve y fluye. Sin embargo hay ciertas formas de poder instauradas unas “legitimadas” (por ejemplo las que se da a las fuerzas armadas y otras aunque ilegítimas igualmente presentes o normalizadas en las relaciones cotidianas  como la violencia de género. En este sentido es necesario agregar que tanto la violencia sexual como el femicidio son las expresiones más extremas de la violencia de género que también se conoce como “El carácter sexual de la violencia”. Hay violencia cuando el poder no fluye.
• Se castiga a quienes no cumplen los mandatos de los grupos, y el castigo puede ser inflingido por el mismo grupo o por grupos externos.
• La violencia siempre tiene un mensaje disciplinario: se castiga para disciplinar lo que los cuerpos hacen y sienten. Lo que sucede es que es el cuerpo (especialmente los cuerpos a los que se les ha asignado un sexo asociado a lo femenino) es el medio a través del cual se inflinge el castigo (directamente o a sus actos o comportamientos disidentes). Se disciplinan también las ideas
• El castigo disciplina a las personas y con ello se crean sociedades.
• El malestar y desorientación que se sintieron en los grupos es muy similar a la que viven las víctimas y sobrevivientes de violencia (que son especialmente mujeres, niñas, niños, personas LGBTI, es decir, todo lo asociado a los sujetos feminizados o carentes de poder), pues ocurren eventos que no sólo no esperaba, sino que además le hacen daño.

Entregue el folleto: ¿Qué hacer e casos de violencia sexual contra mujeres, niñas, niños y adolescentes en situación de emergencia? del CEPAM-Guayaquil. De ser posible revise en conjunto con las personas una parte del folleto o algo similar.